«Cuando ya estáis en el sendero de la vida, debéis comunicar únicamente a las facultades

el útil misterio de los dolores de la penitencia del espíritu, que es la única que nos descubre de forma tan clara los dos seres que hay en nosotros y la única también que ofrece al hombre tantos escalones para ayudarle a subir al altar del sacrificio, hasta que el fuego del espíritu descienda sobre él. como en los tiempos de la ley de los holocaustos, y lo eleve después con ella a la región de la vida».

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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