En la historia del pensamiento nunca hubo probablemente un período que se asemeje al actual.
Los pensadores de todas partes son conscientes de dos cosas: primero, que hasta ahora jamás se habían definido con tanta claridad las re¬giones misteriosas y, segundo, que esas regiones pueden ser penetradas más fácilmente que nunca. Por lo tanto, quizás sea posible persuadirlos a revelar algunos de sus secretos si los investigadores de todas las escuelas persiguen determi¬nantemente su búsqueda. Los problemas que enfrentamos al estudiar los conocidos hechos de la vida y de la existencia, son susceptibles de ser definidos con más claridad que antes, y aunque no conozcamos la respuesta a nuestras preguntas ni la solución de nuestros problemas, ni tengamos en la mano la panacea para remediar las dolencias del mundo, sin embargo, el hecho de definirlos y señalar donde reside el misterio, y que la ciencia, la religión y la filosofía, han arro¬jado luz sobre dilatadas extensiones consideradas anterior¬mente tierras tenebrosas, constituye la garantía del éxito futuro. Exceptuando el círculo de doctos y místicos, sabemos mucho más que hace cinco siglos. Hemos descubierto varias leyes naturales, aunque todavía no sepamos aplicarlas, y el conocimiento de la "cosa tal cual es" (empleo deliberadamente esta frase) ha ganado mucho terreno.
Alice A. Bailey . La Conciencia del Átomo .