Me resulta difícil abandonar India. India tiene algo inmensamente valioso: tiene la búsqueda más larga,
más profunda de la verdad. Han caminado muchos budas por este país, bajo estos árboles; la tierra misma se ha vuelto sagrada. Estar aquí es totalmente diferente de estar en cualquier otro sitio. Y lo que estoy tratando de traeros es posible más fácilmente aquí que en ninguna otra parte. India ha caído de sus cimas. Ya no es su gloria pasada. Ahora es uno de los lugares más feos del mundo; pero aún así, debido a que aquí anduvo un Buda Gautama, y un Mahavira y un Krishna, y millones que ningún otro país puede alegar... Jesús está muy solo en Jerusalén, Mahoma esta muy, muy solo en los países árabes; Lao Tse tiene un poco de compañía: Chuang Tsu y otros pocos. Se esforzaron por crear algo; pero India tiene la vibración espiritual más larga. Al menos durante cinco mil años, la búsqueda ha ido profundizándose, y todavía fluyen las aguas. Los indios mismos se han olvidado de ellas. De hecho, ya no están interesados en su propia herencia. Ya no están interesados en estas aguas vivientes. Han desertado de ellas. Pero para quien quiera buscar e indagar y ser, India aún proporciona el mejor clima; quiero decir: clima espiritual. Los indios se han vuelto muy materialistas, eso es verdad. Pero con tantos budas, la liberación de su energía aún palpita, a pesar del materialismo indio. Los indios se han vuelto realmente materialistas, mucho más materialistas que ningún país del mundo. Existe una gran hipocresía, porque siguen alegando que son religiosos, y ya no lo son. Mi propia observación es que ahora la mente india es cada vez más materialista, más burda que ninguna otra mente. Todo su interés está en el dinero, en las políticas de poder, en las cosas materiales. Hace unos pocos días le dije a Laxmi que comprara el coche más caro posible del país. Una cosa muy buena de Laxmi: nunca pregunta por qué. Lo compró. Funcionó: era un ardid. Laxmi estaba llamando a las puertas de los bancos para conseguir dinero para la nueva comuna: necesitamos mucho dinero, serán necesarias alrededor de cincuenta millones de rupias. ¿Quién va a prestarme tanto dinero? El día que compró el coche, al ver que tenemos dinero, los bancos empezaron a venir a su oficina, ofreciendo: «Toma todo el dinero que quieras.» Ahora está desconcertada: ¿de quién tomar? Todos quieren dar con mejores condiciones, y andan detrás de ella. He estado trabajando en India continuamente durante veinte años; miles de personas se han transformado, millones me han escuchado y muchos más han estado leyendo lo que estoy diciendo, pero el Times of India, el periódico más convencional de India, todavía el más británico, no ha publicado ni un solo artículo sobre mí o mi trabajo. Pero el día que Laxmi compró el coche hubo un gran artículo... ¡sobre el coche, no sobre mí! Ahora todos están interesados. La noticia del coche se ha publicado por todo el país, en todos los periódicos, en todas las lenguas. Pero, ¿qué tipo de personas son éstas? No están interesadas en mí, ni en la meditación, ni en los miles de personas que están meditando aquí; son completamente inconscientes de lo que está sucediendo aquí. Pero se han interesado en el coche. Vienen aquí, viene mucha gente a la oficina, no para verme a mí o para veros a vosotros. Preguntan: «¿Podemos ver el coche?» Laxmi les dice: «Podéis venir a la charla de la mañana temprano, y podréis ver también el coche.» Y pobre gente: tiene que venir y escuchar durante noventa minutos sólo para ver el coche. ¡Qué tortura! Y son personas ricas, personas cultas. Pero ¿puedes pensar en un país que se esté volviendo cada vez más materialista? Y están muy preocupados, y se han escrito editoriales acerca del coche que preguntan: «¿Por qué?»..., ¿por qué no puedo vivir una vida sencilla? Mi vida es absolutamente sencilla: tan sencilla en realidad que siempre estoy satisfecho con los mejores tipos de cosas. ¡Es absolutamente sencillo! ¿Qué más sencillez es posible? Se puede decir en una sola frase: los mejores tipos de cosas. No hay ninguna complejidad en ello: me gusta la calidad. No estoy interesado en cuánto cuesta, sino en la calidad. Me gusta la calidad en la gente, no la cantidad. Me gusta la calidad en todo, no la cantidad. Podríamos haber comprado treinta coches indios en vez de éste, pero eso habría sido cantidad; e incluso treinta no habrían servido para nada. Pero su enigma, lo que no entienden, es que pretenden ser religiosos, pero en el fondo toda su obsesión es materialista. Conllevan una hipocresía, y para satisfacer a su hipocresía todo el mundo religioso indio tiene que avenirse. Si alguien quiere ser un santo, tiene que vivir en la pobreza absoluta. Es casi una especie de masoquismo: tiene que torturarse a sí mismo. Cuanto más se tortura, más piensa la gente que es religioso: «¡Mira lo religiosamente que vive!» Vivir religiosamente significa vivir alegremente. Vivir religiosamente significa vivir meditativamente. Vivir religiosamente significa vivir este mundo como un regalo de Dios. Pero sus mentes están obsesionadas y no pueden entender. Una vez que el coche haya servido a su propósito, nos desharemos de él. Casi ha servido ya a su propósito, pero te puede mostrar... Puedo venir incluso en un carro de bueyes. Eso no será gran cosa. Sería incluso más pintoresco, y yo disfrutaría más el paseo. Vienen aquí y miran, y lo único que dicen es: «¿Por qué un ashram tan bonito?» Quieren algo sucio, destartalado, un lugar desordenado, y entonces es un ashram. No pueden creer que el ashram pueda estar limpio, bonito, con árboles y flores, y cómodo. No se lo pueden creer. Y no es que no quieran comodidades para ellos mismos; las están anhelando. De hecho, están celosos. La mente india se ha vuelto materialista, burdamente materialista. Una mente espiritual no hace distinción entre materia y espíritu. No está dividida. Toda la existencia es una: ésa es la mente espiritual. El materialista, incluso si ama a una mujer, la reduce a una cosa. Entonces, ¿quién es espiritualista? Un espiritualista es una persona que, incluso si toca una cosa, la transforma en una persona. Te sorprenderá mi definición. Una persona espiritual es alguien que, incluso si conduce un coche..., el coche se vuelve una persona. Tiene sentimientos por el coche, escucha su zumbido. Siente mucho afecto y cariño por él. Incluso una cosa empieza a volverse una persona, viva; está en comunión también con las cosas. Y una persona materialista es alguien que, incluso si ama a un hombre o a una mujer, a una persona, inmediatamente los reduce a una cosa. La mujer se convierte en su esposa: la esposa es una cosa; el hombre se convierte en su marido: el marido es una cosa, una institución, y todas las instituciones son feas, están muertas.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .