Que el hombre nuevo no tema ante todas estas fatigas, pues el tiempo de descanso

le hará olvidarlas todas. El hombre nuevo es un hombre de verdad y el hombre de verdad no conoce ningún obstáculo. Incluso en medio de sus trabajos y de sus pruebas, siempre tiene presente el pasaje de David que dice: que toda la tierra se regocije en Dios. Servid al Señor con alegría, entrad y presentaos ante Él con santo embeleso Sabed que el Señor es el Dios verda- dero y que es El quien nos ha hecho y que no nos hemos hecho nosotros mis- mos. Además, toda la tierra del hombre nuevo se mantiene en seguridad, en alegría, porque se da cuenta de que sus huesos se van asemejando a los huesos de la vida y que la virtud de la carne celeste y de la sangre espiritual penetra y nutre su carne y su sangre.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

Índice