Existen el miedo, la cosa observada y el observador que es parte de ese miedo.

¿Qué vamos a hacer, pues? (¿Están ustedes trabajando tan duro como el que les habla? Si meramente escuchan las palabras, entonces me temo que no resolverán a fondo esta cuestión del miedo). Existe sólo el miedo, y no el observador que lo observa, porque el observador es el miedo. Aquí ocurren varias cosas. Primero, ¿qué es el miedo y cómo surge? No estamos hablando de los resultados del miedo, o de la causa del miedo, o de cómo el miedo oscurece nuestra vida con su desdicha y fealdad. Estamos indagando qué es el miedo y cómo surge. ¿Debemos analizar el miedo continuamente para descubrir sus interminables causas? Porque cuando ustedes comienzan a analizar, el analizador tiene que estar extraordinariamente libre de todo prejuicio y condicionamiento; tiene que mirar, que observar. De otra manera, si existe alguna clase de tergiversación en su juicio, esa tergiversación aumenta según él continúa analizando.

Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .

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