La vibración dentro de cualquier elemento es siempre el Aliento de Dios, auto-sostenido eternamente. Toda

pulsación es el aliento de Dios. La conciencia simple de que: «YO SOY la Presencia de la salud perfecta», es este aliento de Dios actuando. «YO SOY la Presencia del perdón en la mente y el corazón de cada uno de los hijos de Dios», de lo que emana una acción vibratoria enorme. Mantén lo siguiente con intensidad: «YO SOY la Mente Pura de Dios».

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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