Si fracasas, ciertamente fracasas, y hay frustración. Si triunfas, entonces en el fondo fracasas, porque
ves que has triunfado y no ha pasado nada con tu triunfo. Sigues siendo el mismo mendigo vacío, hueco, feo: no ha sucedido nada. Todo el dinero se ha acumulado a tu alrededor; estás sentado en el trono de un presidente; y en el fondo, el mismo mendigo, el mismo rostro feo, el mismo monstruo, la misma mente horrible. De manera que fracasando fracasas, triunfando fracasas: ésta es la futilidad. Entonces la mente empieza a pensar en tener algo en el paraíso. Pero eso es otra vez el mismo juego, jugado con nombres diferentes, en momentos diferentes, en lugares diferentes..., pero la misma mente proyectando.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .