En esta Trinidad superior tenemos a Dios sobre cada uno de nosotros; este es Atma

y puede ser denominado el Yo Superior. Luego está la parte espiritual del alma denominada Buddhi; cuando está completamente unido con Manas, a éste puede llamársele el Divino Ego. El Ego interno, o entidad que reencarna, ocupando cuerpo tras cuerpo, acumulando impresiones vida tras vida, adquiriendo experiencia y sumándola al divino Ego, sufriendo y gozando a través de un inmenso período de años, es el quinto principio - Manas - sin unión con Buddhi. Esta es la individualidad permanente que da a cada hombre la sensación de ser él mismo y no algún otro individuo; aquello que a través de todos los cambios de los días y de las noches, desde la juventud hasta el final de la vida, nos hace sentir una misma identidad durante todo ese período. Manas también tiende un puente de continuidad sobre el espacio o brecha que deja el sueño, y, de la misma manera, salva la brecha que deja el sueño, y, de la misma manera, salva la brecha que deja el sueño de la muerte. Es ésto y no nuestro cerebro, lo que nos eleva por encima del animal. La profundidad y variedad de las circunvoluciones o repliegues del cerebro humano, son causados por la presencia de Manas y no son las causas de la mente como creen algunos. Y cuando, ya sea total u ocasionalmente, llegamos a la unidad consciente con Buddhi, nuestra alma Espiritual, contemplamos entonces a Dios, por decirlo así. Esta es la visión a que todos los antiguos aspiraban, pero en lo que los derecho a la grandeza natural y seguir adorando un dios imaginario, creado únicamente por sus propias fantasías y no muy carente de las flaquezas de la naturaleza humana. Esta individualidad permanente de la presente raza ha pasado, por lo tanto, a través de toda clase de experiencias posibles, porque la Teosofía insiste en la permanencia de la individualidad y en la necesidad de continuar tomando parte en la evolución. Tiene un deber que cumplir, el cual consiste en elevar a un nivel superior toda la materia que le concierne en la cadena de globos a la cual pertenece la Tierra. Nosotros todos hemos vivido y tomado parte en civilización tras civilización y raza tras raza sobre la Tierra, y así continuaremos a través de todas las rondas y razas hasta que la séptima sea completada. Al mismo tiempo debe recordarse, que la materia de este globo y todo cuanto a él está relacionado también ha pasado a través de toda clase de formas, con sólo algunas posibles excepciones en esferas muy inferiores de formación mineral. Pero en general, toda la materia visible, o la suspendida en el espacio y aún por precipitarse, han sido ya moldeadas en una u otra ocasión en forma de toda variedad, muchas de las cuales no tenemos siquiera una idea de ellas. Los procesos de la evolución, por lo tanto, en algunos departamentos se adelantan ahora con mayor rapidez que en épocas pasadas, porque ambos, Manas y la materia, han ido adquiriendo ya capacidad y facilidad de acción. Especialmente es esto así con relación al hombre, quien es el más avanzado de todas las cosas y de todos los seres en esta evolución. El está ahora encarnado y proyectado a través de la vida más rápidamente que en los períodos anteriores, cuando tomaba tantísimos años el obtener una "vestidura de piel".

William Judge . El Oceano de la Teosofia .

Índice