La verdad existe, pero con esta mente nunca podrás conocerla, porque esta mente está llena

de mentiras, de mentiras que llevan repitiéndose desde hace siglos. Puedes encontrar la verdad cuando abandonas por completo esta mente y miras la existencia con nuevos ojos, como un recién nacido. Entonces, todo lo que experimentas es verdad, y si te mantienes continuamente alerta para no permitir que los demás no interfieran en tu crecimiento interno, llega un momento en el que te armonizas tanto con la existencia, que te haces uno con ella. Solamente esta experiencia se puede denominar experiencia religiosa. No tiene nada que ver con el judaísmo, ni con el cristianismo, ni con el hinduismo. ¿Cómo puede ser una experiencia judía, hindú o musulmana? ¿No te das cuenta de lo ridículo que es eso? Comes algo que te encanta y dices que es delicioso pero ¿es cristiano, hindú o budista? Pruebas algo y dices que es dulce, pero ¿dices que es comunista, materialista o espiritualista? Esas preguntas no tienen ningún sentido. Eso que has probado es simplemente dulce, o delicioso. Cuando sientes la existencia de una forma inmediata, sin mediadores, sin una mente que te haya sido impuesta por otros, pruebas algo que te transforma, que te ilumina, que te transporta a la más alta cima de la conciencia. No existe mayor plenitud, ni mayor satisfacción. Tampoco existe mayor relajación. Has entrado en casa, y la vida es pura alegría, pura canción, pura danza, una fiesta.

Osho . El libro del ego .

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