Todo un grupo de nosotros, sentado a la mesa cuando terminó la comida, dio comienzo
a una conversación muy seria, tal como ha ocurrido en algunas ocasiones anteriores. Discutimos el significado de las palabras, su influencia, su contenido, no meramente el significado superficial, sino la profundidad de la palabra, su cualidad, el sentido que transmite. Por supuesto, la palabra nunca es la cosa real. La descripción, la explicación, no es lo descrito, ni es la cosa acerca de la cual hay una explicación. La palabra, la frase, la explicación no son la realidad. Pero la palabra se usa para comunicar lo que uno piensa, lo que uno siente; y la palabra, aunque no se comunique a otro, conserva el sentimiento dentro de uno mismo. Lo factual jamás condiciona el cerebro, pero la teoría, la conclusión, la descripción, la abstracción sí que lo condicionan. La mesa jamás condiciona el cerebro, pero dios lo hace, ya se trate del dios de los hindúes, el de los cristianos o el de los musulmanes. El concepto, la imagen, condicionan el cerebro; no así lo que realmente sucede, lo que realmente tiene lugar.
Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .