El hombre está absorto por proyectos e intereses que han ocupado su vida y tiene
conciencia de la presencia de las gentes y de las cosas que a ello se refieren. Se siente casi irresistiblemente lanzado a efectuar todos sus esfuerzos para influir en negocios a que sus pasiones y sentimientos le atan todavía. Se encuentra, pues, ligado por sus deseos al mundo físico, aunque ha perdido ya todos los órganos habituales de actividad.
Annie Besant . La sabiduría antigua .