Para cuando acabó la cena y los invitados, como de costumbre, estaban bien servidos de
buen armagnac añejo, perdieron sus inhibiciones y se sumaron al intercambio de obscenidades, que no tardó en volverse más que verbal. Gurdjieff se retiró con la dama a la que había insultado, y los demás, que para entonces ya estaban condicionados para creer que lo que se estaba cociendo esa noche era una orgía o algo así, empezaron a enredarse físicamente en diferentes habitaciones del apartamento, desnudándose gradualmente.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .