Por ejemplo, si estabas respirando dieciséis veces por minuto, ahora puede que respires seis, o
cuatro, o tres. Según te vas volviendo más observador, la respiración se hace más profunda, se hace más larga, y cada vez tomas menos respiraciones en el mismo periodo. Entonces puedes hacerlo también desde el otro lado. Respira lentamente, calmadamente, respiraciones largas y profundas, y de pronto verás que surge en ti el estado de observación, como si cada emoción tuviera una polaridad en tu sistema respiratorio: puede ser provocada con tu respiración.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .