El puerto seguro que nuestra mente ha fabricado mediante el cultivo de la virtud, de
la superstición o la creencia, mediante la ingeniosa capacidad o las actividades, traerá inevitablemente la muerte. Uno no puede escapar de la muerte si pertenece a este mundo, a la sociedad de la que forma parte. El hombre que murió en la casa de al lado o a miles de millas de distancia, es uno mismo. Al igual que uno, durante años se ha estado preparando con gran cuidado para morir. Al igual que uno, llamaba vivir a una lucha, a la desdicha o a un buen espectáculo divertido. Pero la muerte está siempre ahí, vigilando, aguardando. Sólo aquel que muere cada día, está más allá de la muerte.
Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .