Estos son, en realidad, los mandamientos y las leyes que encuentra el hombre nuevo en
sí mismo en el momento de su nacimiento y las pronuncia con tanta fuerza y tanto ímpetu en todas las sustancias de su ser, que se convierte él mismo en el terror de todo lo que no está de acuerdo con la justicia y en el primer órgano de la gloria que se debe al Señor, al ser su primer ministro y el defensor más celoso de su culto.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .