Leyendo a Freud uno aprende acerca de Freud. Así es, señor. Aprendo acerca de Freud,

no aprendo acerca de mí. Por lo tanto, cuando aprendo acerca de mí mismo a través de Freud, no me estoy observando a mí, estoy observando la imagen que de mí ha creado Freud. Así que tengo que librarme de Freud. Ahora, por favor, vayamos despacio con esto: cuando me miro a mí mismo estoy aprendiendo acerca de mí. ¿Acumulo el conocimiento acerca de mí y después, con ese conocimiento, observo? Ése es el mismo proceso que mirarme a través de Freud. ¿Entiende? ¿Puedo, pues, aprender acerca de mí mismo pero sin acumulación alguna? Es el único modo de aprender, porque el “mí mismo” está siempre en movimiento, se halla tremendamente activo todo el tiempo; y yo no puedo aprender acerca de esta actividad a través de algo estático, ya sea que se trate del conocimiento que he acumulado acerca de mí o del conocimiento de Freud. Por lo tanto, tengo que estar libre, no sólo de Freud sino también del conocimiento que ayer he adquirido con respecto a mí mismo. Esto es algo muy complicado, no es un mero juego de palabras.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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