Sólo traten de hacerlo alguna vez, inténtenlo ahora. Mientras me están escuchando, no me escuchen

solamente a mí, sino escuchen todo lo que los rodea. Escuchen aquellas campanas, los cencerros de las vacas y las campanadas de los templos; escuchen el tren distante y las carretas en el camino; y si después se aproximan más aun y me escuchan a mí también, descubrirán que hay una gran profundidad en el escuchar. Pero para hacer esto han de tener una mente muy quieta. Si en verdad quieren escuchar, la mente está naturalmente quieta, ¿no es así? Entonces no los distrae algo que está sucediendo cerca de ustedes; la mente está quieta porque prestan atención profunda a todo. Si pueden escuchar así, fácilmente, con cierta felicidad, descubrirán que en el corazón y en la mente tiene lugar una transformación asombrosa una transformación en la que ustedes no habían pensado y que de ninguna manera han producido.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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