No quiero alterar este testimonio con otro más débil, sacado de los gritos naturales que

dirige el hombre a su Dios cuando sufre y es desgraciado. No estarías en situación de tener tu experiencia con seres que estuviesen en su naturaleza y tampoco ves en tu entorno nada más que seres alterados y manipulados por la educación. Además, todos los males de los que se quejan no son los que les presentan más impedimentos y ellos sólo piensan en librarse de sus verdaderos males, que son los únicos que les impiden conocer a su Dios verdadero y a reivindicarlo. Sin embargo, no dejes de prestar atención a lo que tu inteligencia pueda hacer que captes en la conducta del hombre más descentrado: siempre podrás encontrar en él una chispa de verdad. Además, si no encuentras, respecto a este tema, nada más que testimonios débiles en el hombre que sufre, los encontrarás más asombrosos e instructivos en el alma que disfruta y admira y yo te dejo el trabajo de recogerlos.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

Índice