Por eso Freud insiste en que su paciente ha de tenderse en el diván. Así

el psicoanalista continúa con la sensación de que la persona es un paciente, un enfermo. Ha de ser ayudado. No es realmente una persona, sino un problema, y no has de implicarte con él. No ha de encarar a la persona, no ha de mirar al paciente; simplemente estando tras una cortina, le escuchará. Freud dice que no toques al paciente, porque si le tocas, si tomas la mano del paciente en tu mano, hay muchas posibilidades de que te impliques.

Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .

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