Las cartas del Tarot dan curiosos resultados, cuando se medita sobre ellas a la luz

de lo que sabemos de Malkuth. El Diez de Bas|tos es llamado Señor de la opresión; el Diez de Copas, Señor del Exito Perfecto; el Diez de Espadas, Señor de la Ruina, y el Diez de Oros Señor de las Riquezas. Como ya hemos visto, en Malkuth es donde las fuerzas espirituales se realizan en el plano de la forma; tomando completas esas formas, “sacrificándolas”, se las puede reconducir al estado de poderes espirituales. Se notará que esas cuatro cartas del Tarot, tienen alternativanente' un sentido propicio y uno nefasto; en efecto, el Diez de espadas se considera la peor carta que pueda salir, si se trata de adivinación. A este propósito podríamos recordar una curiosa doctrina Alquímica; se dice que los signos planetarios están compuestos por un triple símbolo: el disco solar, la medio luna y la cruz sacrifical; estos símbolos, debidamente interpretados, dan la clave le la naturaleza alquímica de cada planeta y su uso práctico en la Gran obra de transmutación. Marte, por ejemplo, donde la cruz está encima del disco, se dice ser exteriormente corrosivo, pero interiormente solar; Venus, donde el círculo está sobre la cruz, pasa por ser exteriormente solar, pero interiormente corrosivo o como dicé la Escritura, "dulce en los labios y amargo en las entrañas". El mismo principio prevalece en cada uno de los Diez. Cada carta representa la acción de un cierto tipo de fuerza espiritual en el plano de la materia densa. La más espiritual de esas cartas, el Diez de la serie cuyo As se dice que es la Raíz de los Poderes del Fuego, se llama Señor de la opresión. Esto nos enseña que los más elevados poderes espirituales se arriesgan en volverse destructivos, en contacto con el plano material. Los Poderes del Fuego, en su más elevado poder en el Diez de Bastos, son un fuego devorador. “Así como el oro es probado por la llama, así el corazón debe serlo por el dolor”. Por otra parte todo el simbolismo de la serie de los Cálices, las Copas, manifiesta muy evidentemente la influencia Venusina en esta serie, encontramos a Los Señores del Placer, la Dicha Material, la Abundancia . Pero también encontramos a Los Señores del Éxito Ilusorio, del Éxito Abandonado, de la Pérdida, que muestran claramente que esas cartas, aunque de apariencias solares, son interiormente destructivas. Las Espadas manifiestan la influencia Marciana. El Señor de la Ruina indica el sacrificio total de todas las cosas del plano material. Pero en Los Oros, dos veces terrestres, la combinación es inversa. El Diez de Oros es el Señor de las Riquezas. De consiguiente, se comprueba que las cartas que son esencialmente de naturaleza espiritual, en el plano físico son exteriormente funestas. Las que son esencialmente de naturaleza material, exteriormente son solares, y bienhechoras en el plano material. Esto nos enseña una lección útil, y nos da una clave importante en aquellas operaciones adivinatorias donde se busca discernir la acción de los poderes espirituales actuando en un caso cualquiera.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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