«En una mañana tan hermosa, yo quiero hablar con usted acerca de un tema más

bien triste, atemorizador, el sentimiento de aprensión que invade a la humanidad y a mí mismo. Quisiera comprender realmente no de manera sólo intelectual o descriptiva- por qué, como tantos otros, me espanta la terminación de la vida. »Matamos con gran facilidad se llaman ‘deportes con derramamiento de sangre’ la caza de pájaros por diversión para destacar la propia habilidad, la caza del zorro, la matanza por millones de las criaturas vivientes del mar; la muerte parece estar en todas partes. Sentado en esta tranquila galería, contemplando esos brillantes naranjos amarillos, es difícil o más bien parece impropio hablar acerca de algo tan alarmante. A través de las edades, el hombre jamás ha resuelto realmente ni ha comprendido la cosa que llamamos muerte. »Naturalmente, he estudiado diversas racionalizaciones y creencias religiosas y científicas que asumen el aspecto de realidades; algunas son lógicas, consoladoras, pero subsiste el hecho de que siempre está ahí el miedo a lo desconocido. »Estuve discutiendo este hecho con un amigo mío cuya mujer falleció recientemente. Él es un hombre más bien solitario y propenso no sólo a vivir de sus recuerdos sino también a descubrir por sí mismo a través de sesiones espiritistas, médiums y todo eso, si su esposa, a quien realmente amaba, se había evaporado meramente en el aire o si seguía habiendo una continuidad de ella en otra dimensión, en un mundo diferente de éste. »Él dijo: “Con bastante extrañeza me encontré con que en una de estas sesiones la médium mencionó mi nombre y dijo que tenía un mensaje de mi esposa. Y el mensaje era algo que sólo conocíamos mi esposa y yo. Por supuesto, la médium puede haber leído mis pensamientos o puede ser que mi esposa exista. Ese pensamiento estaba en el aire el pensamiento de ese secreto que hubo entre nosotros. He interrogado a numerosas personas acerca de sus experiencias. Y todo eso parece muy fútil y más bien tonto, incluyendo el mensaje de mi esposa, mensaje muy trivial, muy carente de significación”. »Yo no quiero discutir con usted si hay una entidad personal que continúa después de la muerte. No es ése mi interés. Algunos dicen que existe una continuidad, otros sostienen que hay una total aniquilación. Esta contradicción la aniquilación, el fin total de una persona, o la continuidad de un individuo- ha figurado en toda la literatura, desde la antigüedad hasta el presente. Pero para mí, todo eso no viene al caso. Su validez sigue estando en el reino de la especulación, de la superstición, de la creencia y del deseo de consuelo, de esperanza. Realmente, todo eso no me interesa. Y es lo que en verdad quiero decir. Al menos de eso estoy completamente seguro. Pero me gustaría, si es posible, dialogar con usted acerca del significado de todo ello de todo este asunto del vivir y morir. ¿Carece todo ello absolutamente de sentido, de profundidad, de cualquier significación? Millones han muerto y millones nacerán y continuarán y morirán. Yo soy uno de ésos. Y siempre me pregunto: ¿Cuál es el significado del vivir y morir? La tierra es hermosa, he viajado muchísimo, he hablado con numerosas personas que se supone son sabias y muy ilustradas, pero ellas también se mueren. »He recorrido una larga distancia para llegar aquí, por lo que tal vez tenga usted la bondad de tomarse tiempo para que discutamos, con serena paciencia, esta cuestión».

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

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