En la mente humana, que no conoce ningún otro modo de existencia que el de

la forma y de la actividad, tiene la mayor dificultad en lograr un concepto adecuado de un estado absolutamente informe, de pasividad, que, sin embargo, es muy distinto del no ser. No obstante, hay que hacer el esfuerzo si queremos comprender la filosofía cósmica en sus fundamentos. No podemos poner los velos de la Existencia Negativa ante Kether, porque nos condenaríamos a una perpetua dualidad insoluble. Dios y el Demonio lucharán siempre en nuestro Cosmos, y su conflicto no tendrá fin. Debemos acostumbrar la mente a que conciba un estado que sea puramente existencia, sin atributos ni actividades. Podemos pensar en que es una Luz Blanca, enceguecedora, sin diferenciarse en los múltiples rayos del prisma de la forma. O podemos pensar en la obscuridad del espacio interestelar en que no hay nada, y que, sin embargo, es la potencialidad de todas las cosas. Estos símbolos, en los que puede reposar el ojo interior, ayudan mucho a comprender a Kether, mucho más que todas las definiciones filosóficas que pueden hacerse. No podemos definir a Kether: sólo podemos referirnos a su existencia. Encierra continuas sorpresas y aclara muchos conceptos el descubrimiento de los extraordinarios significados que contiene la tabla de correspondencias y la manera en que van guiando la mente de un concepto a otro. El Primer Sephirah se llama la Corona, no la Cabeza. Ahora bien, la Corona es algo que se pone sobre la cabeza, lo que indica que Kether es de nuestro Cosmos, pero no está en él. También encontramos su correspondencia microcósmica en el Loto de Mil Pétalos, el chakra Sahasrara (Sajasrara), que se encuentra en el aura, inmediatamente por encima de la cabeza. Esto nos enseña claramente que la esencia espiritual más interna que todas las cosas, sea en el ser humano o en el mundo, no está nunca en plena manifestación, sino que permanece en su centro formando la raíz de donde brotan todas las cosas, y perteneciendo, en realidad, a una dimensión distinta, a un orden de cosas diferentes. Este concepto de diferentes tipos de existencia es fundamental para la Filosofía Esotérica y hay que tenerlo siempre presente al considerar los reinos invisibles del mago u ocultismo práctico.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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