Lo mismo puede sentir el salvaje cuando su admirada inteligencia concibe por primera vez la
idea de una ley física, al ver que cada movimiento de su cuerpo y cada movimiento de la naturaleza exterior se efectúan por medio de leyes inmutables. Poco a poco llega a saber que esas leyes fijan las condiciones indispensables de toda acción, sin prescribir por ello la acción misma; de suerte que el hombre permanece siempre libre, aunque limitado en sus actividades externas por las condiciones del plano en que obra.
Annie Besant . La sabiduría antigua .