La estratagema de Buda es justo al revés. Buda dice: Estas personas que te parecen
tan sustanciales, simplemente piensa que son un sueño, vacío. Y un día te sorprenderás: el mundo entero se ha vuelto una pantalla blanca y solo están pasando sombras. Y cuando solo estén pasando sombras verás que surge en ti un gran desapego. Estarás distante, alejado. Entonces no importa nada. Lo segundo es la falsa ilusión. Cuando veas, cuando medites, cuando contemples continuamente que el mundo entero está vacío, es solo un sueño; empezará a suceder el segundo fenómeno. Simplemente pensando que es un sueño no va a desaparecer, recuerda. No caigas en esa falacia. No pienses: «Si pienso mucho tiempo que el mundo es un sueño, desaparecerá.» No va a desaparecer. Puedes seguir sabiendo perfectamente bien que la película en la pantalla del cine es solo una proyección; pero, aun así, continúa. Simplemente porque pienses, no desaparecerá. No es posible que la película desaparezca para el meditador que está sentado en el cine, que los demás la sigan viendo y que él no la vea, que él vea solo la pantalla blanca; no. Él también verá la película, pero con una diferencia: sabiendo que es un sueño. El mundo no desaparece, el mundo permanece, pero su significación se ha ido, su sustancia se ha ido. Es como cuando metes una vara recta en el agua. En el momento en que entra en el agua, parece torcida. La sacas, sabes que no está torcida. La metes de nuevo, pero en el agua parece torcida. Sabes perfectamente bien que eso es una falsa ilusión: solo parece torcida, no está torcida. Pero simplemente por comprender que es una falsa ilusión, la torcedura no desaparecerá. De modo que lo primero es meditar que el mundo está vacío. Luego surgirá lo segundo: el mundo todavía permanece, pero ahora es una falsa ilusión. Ya no tiene sustancia. Está hecho del mismo material que los sueños. La primera percepción inconsciente del mundo parecía muy sustancial: era muy objetivo, estaba ahí. Después de meditar sobre el vacío, sigue ahí, pero ya no es sustancial, es solo un juego mental. Es como un sueño. A eso es a lo que se refieren los hindúes cuando dicen: «El mundo es maya.» Eso no quiere decir que desaparezca para el santo. Significa simplemente: ahora no hay ningún valor en él; se ha vuelto sin valor, absolutamente sin valor. Y lo tercero es el centro. Cuando el mundo ya no es sustancial, cuando el mundo objetivo desaparece y se vuelve una ilusión subjetiva, entonces surge en ti una nueva experiencia: por primera vez, tú te vuelves sustancial. Normalmente, eres una sustancia que se proyecta en el mundo objetivo. Si la sacas de ahí, te vuelves sustancial. Cuando el mundo es real, tú eres irreal. Cuando el mundo se vuelve irreal, tú te vuelves real. Deja que te lo explique otra vez por medio de la película.
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