Así es como se unirá el hombre nuevo a la actividad del espíritu para curarse

de todos sus males, para evitar todos sus peligros y para satisfacer todas sus necesidades, pues no debemos tener miedo a repetir una verdad tan esencial y consoladora, como es que el espíritu se presta a aliviar nuestras necesidades con una facilidad mil veces mayor de lo que lo hace la naturaleza con las nece- sidades materiales, ya que nos ama, mientras que la naturaleza no puede amar- nos, sino que todo lo que puede hacer es darnos a ciegas todas las substancias que engendra para que nosotros nos encarguemos después de utilizarlas en nuestro beneficio, según nuestra sabiduría y nuestras luces. Así es, pues, como se comportará el hombre nuevo con el espíritu: tratará de ganarse su benevolen- cia hasta el punto de poder decirle: Cualquier día que te invoque, escúchame.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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