Amigo, es posible que te sorprendas de que te hable tan poco de las cien-
cias y te hable tanto de exhortación y advertencia. Se debe a que yo he sondea- do la ciencia y he sondeado la exhortación. La ciencia es grande, es hija de la luz, es un fragmento vivo del sol eterno; pero no quiere conocer ningún otro órgano ni ningún otro camino más que el corazón del hombre. Cuando se ve obligada a aparecer por otra Entrada, se considera prostituida y se escabulle en cuanto puede. Además, hombre, amigo mío, si se te hubiese comunicado el cuadro universal de la luz y la antorcha de todas las revelaciones pasadas, presentes y futuras, es posible que no hubieses dado un paso todavía, si no hubieses empezado por abrir tu alma al espíritu de la vida y a esta medicina activa de la que todo tu ser tiene necesidad en todo momento, y, por el contra- rio, si abres un instante tu alma a este espíritu de la vida, notarás que caminas con toda naturalidad por el sendero de la luz y de la ciencia.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .