Además, los que no hayan consumado la obra de su crucifixión no serán admitidos al

festín del cordero y no degustarán este nue\o jugo de la viña que está preparado para el reparador y para todos los que hayan hecho morir su espíritu en su nombre y lo hayan hecho enterrar en este sepulcro nuevo en el que no se había puesto a nadie antes que a él, porque él era el único que podría entrar el primero hasta las sombrías moradas de la muerte, para que, después de haber disipado sus tinieblas y su corrupción, no encontrasen los que quisiesen después morir en él y enterrarse nada más que la luz, la pureza y la vida.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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