Para existir, uno necesita contraste. Por eso de día no puedes ver las estrellas; por

la noche sí puedes: la oscuridad de la noche se convierte en el trasfondo. Las estrellas están ahí tanto como por la noche, no se van a ninguna parte, no pueden irse a ninguna parte. Están donde están. No empiezan a llegar por la noche, no empiezan a esconderse en alguna parte de día; están donde están, pero de día falta el contraste. No puedes verlas, son invisibles.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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