El Tao es simple, absolutamente simple. No tienes que estar de pie sobre una hamaca.

Lo fundamental del Tao es que es un juego de niños. Pero ser un niño parece ser casi imposible para la gente. ¿Quién quiere ser un niño? Jesús dice: «A menos que seáis como niños pequeños no entraréis en mi Reino de Dios.» Pero parece que nadie quiere ser un niño; en eso consiste nuestra desdicha. Todos estos días hemos estado profundizando más y más en el mundo del Tao. Hoy son los últimos sutras, los comentarios finales del Maestro Lu-Tsu. Son sencillos. Tan solo tienes que ser sencillo para comprenderlos. No hay muchos conocimientos en ellos, pero desde luego hay mucho entendimiento. No te harán erudito. ¡De hecho, te quitarán todos los conocimientos, te harán ignorante! Pero si un hombre puede ser ignorante, si puede ser lo suficientemente valiente para desechar todos sus conocimientos y puede vivir en un estado de no saber, entonces no hay ninguna barrera entre él y Dios, ninguna barrera entre él y la existencia. El conocimiento crea esa barrera.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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