Perdóneme, pero usted no ha dicho quién fue su Maestro. ¿Importa mucho eso? Queme el

libro, tírelo. Cuando uno da importancia a algo tan trivial como quién es el Maestro, está convirtiendo toda la existencia en un asunto muy insignificante. Vea, siempre queremos saber quién es el Maestro, quién es la persona ilustrada, quién es el artista que ha pintado el cuadro. Jamás queremos descubrir por nosotros mismos el contenido de la pintura en sí, sin tener en cuenta la identidad del artista. Sólo cuando sabemos quién es el poeta, decimos que el poema es hermoso. Esto es esnobismo, es repetir meramente una opinión, lo cual destruye nuestra propia percepción interna de la cosa con su realidad. Si percibimos que una pintura es hermosa y nos sentimos muy reconfortados con ella, ¿puede realmente importarnos quién la pintó? Si nuestro único interés es el contenido, la verdad de la pintura, entonces ésta nos comunica su significación.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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