Otro de los propósitos de la evolución tiene triple fina¬lidad: coordinar el propósito o voluntad,
el amor y la ener¬gía. Esto aún no se ha hecho. Ahora desplegamos mucha energía inteligente, pero es rara la persona cuya vida está animada por un propósito central que cumple indesviablemente, animada e instigada por el amor que actúa me¬diante la actividad inteligente. Sin embargo, llegará el momento en que habremos expandido nuestra conciencia en tal medida y estaremos tan activos internamente que seremos radiactivos. Entonces llevaremos a cabo un definido propósito, resultado del amor, y lograremos nuestro objetivo a través de la inteligencia. ¿No es esto lo que hace Dios? En nuestra actual etapa de desenvolvimiento somos, sin duda alguna, inteligentes, pero aún amamos muy poco. Algo de amor sentimos por nuestros amigos, conocidos y algo más por nuestra familia, pero prácticamente nada sabemos sobre amor grupal. No obstante, es verdad que hemos llegado a una etapa en la que podemos responder parcialmente cuando los grandes idealistas de la raza hablan del amor grupal y sentimos que es algo que quisiéramos ver realizado. Es bueno recordar que cuanto más reflexionamos sobre tales líneas definidamente altruistas, tanto más construiremos cosas de mayor valor y desarrollaremos lenta y laboriosamente los rudimentos de una verda¬dera conciencia grupal, muy lejos aún de la mayoría de nosotros.
Alice A. Bailey . La Conciencia del Átomo .