Si nos aferramos firmemente a un grupo u otro de creencias, todo lo miramos a
través de ese prejuicio o esa tradición en particular no tenemos ningún contacto con la realidad. ¿Han reparado alguna vez en la mujer de la aldea que lleva una pesada carga a la ciudad? Cuando de veras reparan en ella, ¿qué les ocurre, qué sienten? ¿O es que han visto pasar a estas mujeres tan a menudo, que no sienten nada en absoluto porque se han habituado a ello y, por eso, apenas si las advierten? Y aun cuando observan algo por primera vez, ¿qué ocurre? Lo que ven lo traducen automáticamente con arreglo a sus prejuicios, ¿no es así? Experimentan eso conforme a su condicionamiento como comunistas, socialistas, capitalistas, o algún otro “ista”. Mientras que si no son ninguna de estas cosas y, por lo tanto, no miran a través de la pantalla de alguna idea o prejuicio, sino que hay un contacto directo, advertirán qué relación extraordinaria existe entre ustedes y aquello que observan. Si no tienen ningún prejuicio, ninguna predilección, si están abiertos, entonces todo lo que los rodea se vuelve extraordinariamente interesante, tremendamente vital.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .