Las personas que están divididas funcionan casi como dos personas. Cuando están en una personalidad

son una persona, cuando están en otra personalidad son una persona diferente, y ambas personalidades nunca se encuentran. Ahora ha armado mucho barullo en Alemania, en los periódicos, pero siento verdadera compasión por ella. La invito de nuevo. No la he visto. Todo esto sucedió en un solo día; no la he visto. Me gustaría verla y ayudarla. Necesita ayuda. Y ha entrado tan profundamente en esta esquizofrenia que no creo que la puedan ayudar en ningún otro sitio. Si vuelve, será bueno: esas dos personalidades pueden volver a ser soldadas. Pero requerirá paciencia. Si hubiera venido con su marido o con algunos amigos, habría sido mejor. Ellos le habrían impedido escaparse tan pronto. Será necesario un poco de tiempo. Un patrón de toda la vida no se puede cambiar en un día. Y los esquizofrénicos tienen sus propias ideas acerca de las cosas. Están tan llenos de su propia locura que piensan que todos los demás están locos. Tienen tales proyecciones que sienten que están siendo perseguidos, que todo el mundo va a asesinarles o a matarles. Sucedió una vez: Tuve que vivir en la misma habitación con un profesor durante varios meses. Era esquizofrénico. Cuando estaba bien, estaba estupendamente; un tipo muy agradable. Pero cuando estaba mal estaba realmente mal. Y era muy difícil saber cuándo iba a estar bien, cuándo iba a estar mal. En mitad de la noche se ponía a gritar o empezaba a provocarme para que me peleara con él. Si no te peleabas con él, no le respetabas. Si no empezabas a pelearte, se enfadaba. Si te peleabas, te metías en problemas innecesariamente con él, y entonces venían los vecinos y él se ponía a gritar y armaba un alboroto. ¡Y por la mañana se había olvidado de todo! Si se lo recordabas, decía: «No, debes de haberlo soñado.» Si llamabas a los vecinos, decía: «Deben de haber estado soñando, porque he dormido muy bien toda la noche.» Era muy difícil. Yo iba a la universidad a dar clase; ¡cuando volvía a casa todas mis cosas habían desaparecido! Tenía dos personalidades. ¡La otra personalidad era realmente un caso! Lo guardaba todo en sus maletas y las cerraba con llave. Cuando estaba bien, era muy generoso, me daba sus cosas. Disfruté viviendo con él durante unos meses porque era una sorpresa tal... Nunca sabías qué iba a suceder hoy. Y cuando estaba en su personalidad mala, en la neurótica, tenía muchísimo miedo... y pensaba que venía un asesino o que llegaba la policía a detenerle. Y se imaginaba cosas: pasaba un jeep en mitad de la noche y me despertaba. Decía: «Mira, está llegando la policía, ha llegado el jeep. Me van a apresar. ¡Y te digo que soy inocente! Y no he hecho nada malo, ¡Tú eres mi testigo!» Con solo un silbato de la policía por la noche, ya se ponía alerta. Esas personas sufren muchísimo. Tienen sus propias ideas, y están tan confundidas en sus propias ideas que no ven la realidad. No creo que ella sea consciente en absoluto de lo que está diciendo, de lo que está contándoles a los periódicos. Dice que un hombre mayor, un holandés, que no es otro que el famoso escritor, Amrito, trató de violarla. Ahora bien, él sería la última persona en pensar en violar: ella es como una hija para él, y es un hombre muy agradable y amoroso. Pero de alguna manera a ella se le ha metido la idea en la cabeza de que un viejo holandés quería violarla en el grupo Encuentro. Y va por ahí diciéndoselo a la gente, a los periódicos. Pero se le ha metido la idea en la cabeza, y los periódicos están siempre dispuestos a explotar cualquier cosa.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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