Si la meditación te ha sucedido, simplemente agradéceselo a lo Divino y olvídalo. Simplemente agradécelo

y recuerda que no es mérito tuyo el que sea tuya, no has sido autorizado en modo alguno a poseerla; ha sido un regalo. Ha sido lo Divino el que ha rebosado. Olvídalo. No la anheles, no la exijas. Llegará otra vez el día de mañana; más profunda, más elevada, mayor. Se irá expandiendo, pero cada día descártala de tu mente.

Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .

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