Casi todos hemos desarrollado capacidades intelectuales las llamadas capacidades intelectuales, que en realidad no son

en absoluto capacidades intelectuales-, leemos muchísimos libros, nos hemos llenado con lo que han dicho otras personas con sus numerosas teorías e ideas. Creemos que somos muy intelectuales si podemos citar innumerables obras de innumerables autores, si hemos leído muchas variedades diferentes de libros y tenemos la capacidad de correlacionarlos y explicarlos. Pero ninguno de nosotros, o muy pocos, tenemos una concepción intelectual que sea original. Habiendo cultivado el así llamado intelecto, toda otra capacidad, todo otro sentimiento se han perdido, y tenemos el problema de cómo originar un equilibrio en nuestras vidas, a fin de tener no sólo la más alta capacidad intelectual y ser capaces de razonar objetivamente, de ver las cosas exactamente como son, de no estar ofreciendo interminablemente opiniones acerca de teorías y códigos, sino de pensar por nosotros mismos, de ver muy fielmente, por nosotros mismos, lo falso y lo verdadero. Y ésta es, a mí entender, una de nuestras dificultades: la incapacidad de ver, no sólo las cosas externas, sino también la clase de vida interna que uno tiene, si es que tiene siquiera alguna.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

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