Entre las gentes de Katanga (círculo cultural congolés del Sur), los que trabajan los metales
constituyen una sociedad religiosa secreta (Bwanga), que implica una iniciación y un culto específico (Cline, p. 119). El maestro fundidor de los BaYeke (tribu Nyamwezi, círculo congolés del Sur) colabora con un chamán; entre los Bailas (agricultores, círculo zambeziano) el «iron doctor» supervisa la operación de la fusión (Cline, p. 120). En el Congo meridional los herreros forman una hermandad hereditaria, «cuyos miembros gozan de un estatuto social casi igual al de los chamanes y se hallan bajo la dirección de maestros llamados tanto ocim banda, hechicero (witeb-doctor), como ocivinda, herrero» (Cline, p. 122). Entre los Mosengeres y los BaSakatas (círculo congolés del Sur), el maestro herrero es generalmente el fundador del pueblo y su oficio es hereditario (Cline, p. 124). «La identidad de funciones de herrero y jefe aparece atestiguada en otros muchos grupos de la región del Congo, en primer lugar en el Ogowe Superior, donde los forjadores son siempre hechiceros y frecuentemente jefes; en el Loango, donde el fuego sagrado nacional se halla a cargo de un sacerdote-herrero; entre los BaSon-gues, donde los herreros figuran inmediatamente después de los jefes; entre los BaHoloholo, donde figuran asimismo después de los jefes y los cazadores y antes de los subjefes y los chamanes», etc. (Cline, p. 125). Los Tivs de la Nigeria del Norte atribuyen al hierro la virtud de asegurar la comunión entre los muertos y los vivos; creen además que las herramientas de hierro participan de la fuerza mágica que impregna la forja y que se manifiesta sobre todo en el rayo (ibíd., p. 126).
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .