Tácito dice: «Hay un grupo, odiado por sus abominaciones, llamado los cristianos.» Y Suetonio dice:

«Los cristianos son una clase de hombres que se entrega a una nueva y malvada superstición.» Y Celsio dice: «Adoran de manera exagerada a este hombre que apareció recientemente. Son como ranas que celebran un simposio en torno a un cenagal y debaten cuál de ellos es el más pecador.» Y Luciano dice: «Los pobres desgraciados se han convencido a sí mismos de que van a ser inmortales y vivir para siempre por adorar a ese sofista crucificado y vivir bajo sus leyes... Reciben sus doctrinas por tradición, sin ninguna evidencia definitiva.» Y Plinio el Joven dice: «Es su costumbre, en un día fijo, reunirse antes de la luz del día y recitar por turnos unas frases hechas dedicadas a Cristo, considerado un dios. El contagio de esta perversa y extravagante superstición ha penetrado no solo en las ciudades, sino también en los pueblos y en el campo. Sin embargo, parece posible detenerlo y corregirlo.».

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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