Este mundo está dominado por personas que en realidad son inferiores pero que intentan ocultar

su inferioridad con alguna clase de poder, con cualquier clase de poder. Han inventado muchas fórmulas para ello. Naturalmente, no todo el mundo puede ser presidente del país; pues bien, entonces dividen el país en varios estados, y así muchas personas pueden ser gobernadores, o ministros. Después se divide el trabajo de los ministros, de modo que otras muchas personas pueden ser viceministros, y así sucesivamente. Esta jerarquía está compuesta por personas que sufren un complejo de inferioridad. Desde el peón de más baja categoría hasta el presidente, todos padecen la misma enfermedad. Por supuesto, la gente normal y corriente no tiene el poder. Se limitan a mirar a los poderosos desde lejos y a pensar: «Si a mí se me concedieran tantos honores, tanto reconocimiento, también yo dejaría mis huellas en la arena del tiempo». Están fascinados por el poder, pero hay que fijarse en ciertas personas [como Buda Gautama], que nacieron con poder y renunciaron a él, al comprender que resulta completamente inútil. Pero tú sigues igual en tu interior, porque no cambiarás aunque tengas millones de dólares.

Osho . El libro del ego .

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