Aquí el río era especialmente ancho, profundo y limpio. Más arriba estaba la antigua ciudad,

muy antigua, tal vez la más vieja del mundo. Pero se hallaba como a una milla de distancia y toda su suciedad parecía haber sido lavada por el río, cuyas aguas eran sumamente límpidas, sobre todo en medio de la corriente. En esta ribera había muchísimas construcciones que no eran particularmente hermosas, pero en la otra margen se veía trigo de invierno recién sembrado, porque el río alcanza unos veinte o treinta pies durante la estación de las lluvias y, por tanto, la tierra es rica en ambas orillas. Y más allá de las márgenes había aldeas, árboles, campos de trigo y una gran variedad de grano alimenticio.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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