TEÓSOFOS. – nombre dado en el siglo XVI a los discípulos de Paracelso, que también

se llamaban philosophia per ignem (filósofos del fuego). Como los platónicos, consideraban el alma (...) y el espíritu (...) partículas del gran Archos, o chispas emitidas por el eterno océano de luz. La Sociedad Teosófica, a la que en prueba de cariñosa consideración está dedicada esta obra, se fundó en Nueva York el año 1875 con objeto de estudiar experimentalmente los poderes ocultos de la naturaleza y difundir por Occidente el conocimiento de las religiones de Oriente al par que extender por los países calificados de “gentiles e incultos” verídicos informes sobre el cristianismo, sobre todo en las comarcas donde actúan los misioneros. A este propósito, la Sociedad Teosófica se ha puesto en relación con varias asociaciones e individuos de Oriente a quienes transmite informes auténticos de la conducta del clero, cismas, herejías, controversias, disputas, revisiones e interpretaciones de la Biblia, con otros datos publicados por la prensa mundial. En los países cristianos se da por válido que el hinduismo, budismo y sintoísmo han degradado y embrutecido a los pueblos orientales, y precisamente en estos falsos informes se apoyan los misioneros para recabar pingües subvenciones. La Sociedad Teosófica desea restablecer la justicia en este punto, procurando que en todos los países de Oriente se conozca la verdad, tergiversada y fingida por la parcialidad de los informes referentes a las enseñanzas cristianas. También pudiéramos decir algo sobre la conducta de los misioneros a cuantos contribuyen al sostenimiento de las misiones.

H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .

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