¿Pero de dónde le viene esta forma de ser, tan ventajosa y sana? Es que,
si llega a regenerarse en su pensamiento, lo hace pronto también en su palabra, que es como la carne y la sangre del pensamiento y, cuando se ha regenerado en esta palabra, lo hace pronto también en la obra, que es la carne y la sangre de la palabra. No es sólo que penetre en él el espíritu y circule por todas sus venas y se revista de él para darle el movimiento a todos sus miembros, lo mismo que nosotros hacemos que se muevan a nuestro gusto los vestidos que llevamos puestos, sino que en él se transforma todo en sustancias espirituales y angélicas, para llevarlo sobre sus alas a todos los lugares donde lo llama su deber. Así es como vendrá un día el juez soberano, en medio de santos y ro- deado de millones de ángeles, para restablecer el reino de la verdad en todas las regiones que sean capaces de recibirla.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .