Ella misma crea todas sus limitaciones, y a medida que gana en profundidad y expansión,

su cielo se agranda y es más profundo. Si el alma es débil y egoísta, pobre y mal desarrollada, la vida celeste participa de ese carácter mezquino, aunque representa siempre lo que de mejor hay en el alma, por mediano que sea. Pero a medida que el hombre evoluciona, su vida en el Devachán es más completa, más rica, más real.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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