Pienso que hay una diferencia entre la atención que dedicamos a un objeto determinado y

la atención sin un objeto. Podemos concentrarnos en una idea especial, en una creencia, en un objeto, lo cual es un proceso de exclusión; y también hay una atención, una percepción alerta que no es exclusiva. De igual modo, existe un descontento sin motivo, un descontento que no es resultado de alguna frustración, que no puede ser canalizado, que no puede aceptar satisfacción alguna. Quizá no esté utilizando la palabra adecuada para ello, pero pienso que ese descontento extraordinario es lo esencial. Sin él, toda otra forma de descontento llega a ser tan sólo un pasaje hacia la satisfacción.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

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