Tú, que no eres más que su madre, estás afligida porque ha dejado que te
vayas sola mientras él se quedaba en el templo, y te quejas a él de que lo has buscando tan disgustada; pero haz como María, escucha lo que él te contesta: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que tengo que dedicarme a las cosas de mi padre?.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .