Así pues, ¿no debería un hombre, entonces, carecer de imaginaciones en su mente? No se

puede estar sin imaginaciones. ¿No deberíamos respirar? No se puede estar sin respirar. El mejor camino es convertir la enfermedad en una medicina. Como el corazón y la respiración son mutuamente dependientes, la circulación de la luz debe estar unida al ritmo de la respiración. Para esto, sobre todo, es necesaria la luz del oído. Hay una luz del ojo y una luz del oído. La luz del ojo es la luz unida del sol y la luna externos. La luz del oído es la semilla unida del sol y la luna internos. Así pues, la semilla es la luz en forma cristalizada. Ambas tienen el mismo origen y solo difieren en el nombre. Por tanto, el entendimiento (el oído) y la claridad (el ojo) son una y la misma luz efectiva.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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