El aspirante ha de escoger absolutamente entre la vida del mundo y la vida del

Ocultismo. Inútil y vano intento es conciliarlas, porque nadie puede servir a dos señores y complacer a ambos. Nadie puede servir a su cuerpo ya su Yo superior, ni cumplir los deberes de familia, al propio tiempo que los de la humanidad entera, sin privar a una o a otra de sus derechos; porque si presta oído a la "tenue y callada voz" no podrá escuchar el clamor de sus pequeñuelos; o si atiende a las necesidades de éstos, quedará sordo a la voz de la humanidad. El casado que intentase seguir el verdadero Ocultismo práctico en vez de la filosofía teórica habría de sostener una incensante y desatentada lucha, porque continuamente vacilaría entre la voz del impersonal divino amor a la humanidad y la del amor personal y terreno, lo cual sólo podría conducirlo al fracaso en uno u otro o tal vez en ambos deberes.

H.P. Blavatsky . Ocultismo Practico .

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