Difundiendo semejantes instrucciones en sí mismo, ve insensiblemente que Jerusalén se acerca a él. Entonces

dice a dos de los suyos: «Id a ese pueblo que tenéis delante y encontraréis al llegar una burra atada y a su borriquillo junto a ella. Desatadla y traédmela. Si alguien os dijese algo, contestadle que el Señor la necesita y os dejará que la traigáis. Para que se cumpla esta palabra del profeta, decid a la hija de Sión: tu rey viene a ti, lleno de dulzura, montado en una burra y sobre el borriquillo de la que está bajo el yugo».

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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