Tenemos que ver todo el absurdo de estar condicionado, influenciado: por los padres, la educación,

la sociedad, la iglesia, la propaganda de diez mil o de dos mil años. Hay un centro, interiormente, que se ha formado alrededor de todo eso; el centro es eso. Y cuando ese centro encuentra que algo no es beneficioso, quiere entonces ser alguna otra cosa que cree de mayor provecho. Pero no podemos ver esto a causa de nuestro condicionamiento como cristianos, franceses, ingleses, alemanes, o por las influencias de otras personas, por la de nuestra propia elección, la del ejemplo, la de los héroes, etc. Todo esto impide la mutación. Pero comprender que estáis condicionados, ver el hecho, sin astucia, sin deseo de beneficio sólo ver, no verbalmente, en forma intelectual, sino entrar en efectivo contacto emocionalmente con ese condicionamiento- es escuchar lo que se está diciendo. Si escucháis ahora, cuando la cosa se está diciendo, estáis emocionalmente en contacto con el hecho; y entonces no hay elección: es un hecho, como una sacudida eléctrica. Mas vosotros no recibís esa sacudida emocional, porque os resguardáis, verbalmente os protegéis; decís: ‘¿qué me va a pasar si pierdo todo, psicológicamente?’ Pero un hombre que quiere realmente descubrir, que tiene hambre de esto, debe liberar la mente de todas las influencias y de la propaganda.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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