En otras palabras, a través de la actividad descontrolada de lo externo, las personalidades se
permiten recalificar constantemente la Energía Perfecta, la Esencia Pura de la Poderosa Presencia «YO SOY» propia, produciendo todo lo que es indeseable, cuando está dentro de su habilidad el mantenerse armonizado para que la Perfección de la Inteligencia y la Energía fluya a través de la forma humana y no sea recalificada. Por lo tanto, ésta haría siempre su Trabajo Perfecto, no solamente perfeccionando la forma humana, haciendo que ésta exprese la Perfección Divina, sino también dejando que la Pureza y la Perfección fluyan hacia el mundo del individuo, produciendo esa belleza, armonía y éxito que todo corazón anhela.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .