En consecuencia, habiendo llegado a ser inteligentes unidades por medio de los cinco sentidos, y

expandido por su intermedio la conciencia, llegamos a un punto crítico donde aparece otro factor: el inteligente discernimiento. Aquí me refiero al discernimiento manifestado por la uni¬dad autoconsciente, esa elección consciente evidenciada por ustedes y yo, que forzosamente utilizaremos cuando el po¬der de la evolución nos impulse hacia el punto en que apren¬deremos a diferenciar entre el yo y el no-yo, lo real y lo irreal, entre la vida dentro de la forma, y la forma que ésta utiliza, y entre el conocedor y lo conocido. He aquí la fina¬lidad de la evolución, el logro de la conciencia del verdadero yo por medio del no-yo.

Alice A. Bailey . La Conciencia del Átomo .

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